Para muchos de nosotros, utilizar un servicio web responde a una serie de requisitos no solo funcionales, sino también en parte (mayor o menor) de atractivo visual y estético. Cuando se trata de herramientas que utilizas muy a menudo, el tiempo que tienes que pasar empleando un interfaz de usuario poco agraciada te hace desear un aspecto visual algo más cuidado.
Una más de las innumerables ventajas de los navegadores de Mozilla, como
Firefox, es su capacidad de alterar fácilmente el aspecto de cualquier sitio basado en estándares CSS, empleando
hojas de estilo de usuario. Sus reglas se imponen a las de la hoja de estilo original, de modo que podemos controlar exactamente qué y cómo se ve.
Esta alteración
no tiene que obedecer simplemente a razones estéticas; se puede suprimir alguna parte no deseada de una página siempre que accedamos a ella haciéndola invisible, o se puede resaltar alguna otra sección cambiando su tamaño, disposición, color... en suma, ofrece un excelente control sobre el modo en que vemos un sitio, haciendo buen uso de la virtud de
separar estilo (presentación) y contenido.
Greasemonkey es una extensión de Firefox que permite modificar diferentes aspectos del funcionamiento y aspecto de las webs visitadas, mediante scripts que uno mismo puede escribir, o más convenientemente descargar del archivo por categorías
userscripts.org.Sin ir más lejos, podemos mejorar muchísimo el aspecto visual de Gmail utilizando Greasemonkey y el script
Gmail Super Clean:

Mejorar el
Google Reader es pan comido también con Greasemonkey y el script
Google reader prettifier. Lo mismo se puede hacer con casi cualquiera de los sitios más populares. Basta consultar la base de datos de scripts en userscripts.org.
Otra alternativa distinta de Greasemonkey para aplicar hojas de estilo de usuario, que hace el proceso más fácil para el usuario y permanente para un sitio en concreto, es utilizar la extensión de Firefox llamada
Stylish, que sirve precisamente para gestionar hojas de estilo del usuario, y aplicarlas a un sitio determinado.
Un buen ejemplo del uso de Stylish es un aspecto algo menos soso en el por otra parte magnífico Reader de Google (reader.google.com):

(Esta hoja de estilo ha sido creada por Jon Hicks, de
Hicksdesign.)
La extensión Stylish, una vez instalada, hace que aparezca un pequeño icono en la barra de estado, en el lado inferior derecho. Al hacer clic en ella podemos modificar fácilmente la hoja de estilo que se aplicará a la página en cuestión. En el archivo de
userstyles.org, encontramos docenas de CSS listos para usar, de manera que ni siquiera hace falta molestarse en escribir el código: se copia y pega en Stylish. Más detalles consultando la
guía del usuario de stylish.
Sin instalar Stylish, y si uno tiene la extensión
Web developer (una de las extensiones que, por otra parte,
considero imprescindibles) se puede aplicar el nuevo estilo eligiendo el menú
CSS > Add user style sheet, aunque sólo será transitoriamente.
En el navegador
Opera el proceso de aplicar una hoja de estilo de usuario es la sencillez misma: una vez disponemos de una hoja de estilo lista para usar, por ejemplo mi_hoja.css, hacemos clic en el botón derecho en la página que deseamos modificar; elegimos "Editar preferencias del sitio" y seleccionamos el archivo CSS en cuestión, en la pestaña ‘Mi hoja de estilo’.